REFLEXIÓN FINAL
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Este curso me llamó mucho la atención, es verdad en un primer momento no elegí tomarlo pero no por desagrado a la historia, sino por otras cuestiones. Sin embargo cuando nos hicieron la aclaración del por qué no podíamos tomarlo, no me negué a asistir, siempre he mencionado y es algo que deseo el estar en constante actualización y pues estos cursos nos dan la oportunidad de eso.
Con la primera actividad, me hicieron recordar varias cosas: la manera en que mi maestro de sexto de primaria nos enseñaba historia y la forma en que una de las profesoras que tuve en la secundaria nos impartía dicha materia, recordar que gracias a ellos le tomé interés a esa materia y principalmente el reflexionar y analizar cada uno de los sucesos que estudiábamos. La historia es bonita y fascinante, quizás es quitarnos el miedo a investigar, leer, reflexionar y analizar, para poder ser buenos críticos sobre la información que poseemos.
Al transcurrir el curso empleamos tres metodologías, que si no son del todo nuevas, si marcan una nueva perspectiva al trabajar con ellas. La ventaja de aplicarlas a lo largo del estudio de la historia es el hecho de erradicar la memorización como estrategia absoluta, es decir, cada una de las estrategias vistas, analizadas y aplicadas, buscan como meta principal crear en los alumnos la autonomía para investigar, analizar, reflexionar e ir creando su propio conocimiento, recurriendo a los diferentes recursos que puede utilizar. Para cambiar la concepción de que historia es sinónimo de leer mucho y este a su vez de aburrimiento, sino que provocar en ellos el movimiento de sus saberes para que asi logren llegar a adquirir un conocimiento sobre un hecho histórico, un personaje, etc., que se dé cuenta que todo a su alrededor es historia y que en un momento determinado tendrá que recurrir a ese pasado, para ocuparlo en su presente y así plantear su futuro.
Pues utilizamos tres métodos: la situación-problema, la entrevista y la narrativa. Estos tres los apliqué dentro de mi secuencia didáctica dentro de mi grupo de sexto grado y siento que por las condiciones del lugar donde trabajo que es el medio rural, y no tomándolo como justificante, los tres se habían utiliza pero no en la materia de historia, los que causaron un mejor resultado fueron la entrevista y la narración ficticia, en la primera porque a los niños le entusiasmo la idea de ir a entrevistar a los otros maestros que trabajan en el ejido, y la narración ficticia porque vieron la oportunidad de inventar, imaginar y crear una historia alternativa.
Gracias a esta manera de trabajar se cambia la idea de estudiar historia, y nos da la libertad para poder variar los diferentes métodos y así poder promover en cada uno de los alumnos un aprendizaje más significativo. Y pues en mi práctica docente, me da la oportunidad de no caer en la monotonía y hacer aburrida mi clase.
En verdad el curso fue muy bueno, vale la pena, sin embargo si nos enfrentamos a varios obstáculos como la falta de tener la tecnología al alcance de las manos. Y a veces es necesario y útil.
